¿La edad importa en el trabajo?
top of page
  • Foto del escritorLourdes Bernalte

¿La edad importa en el trabajo?

Para mí la respuesta, más que sí o no, es un depende. Depende de la persona y, también, de la empresa.


Y es que conozco a “jóvenes” enormemente maduros y experimentados. Y también conozco a “mayores” eternamente jóvenes e incluso inexpertos.


Seguro que, como yo, tú también conoces a gente que por el simple hecho de tener más de 45, 50, 55 años se autolimitan, pensando y creyendo que a su edad ya no van a ser capaces de encontrar un nuevo trabajo.


Y seguro que también conoces a otras personas, que con esa misma edad, han salido de un trabajo y, al poco tiempo, han empezado en otro o emprendido.



Cuando acompaño a personas que están en búsqueda profesional y que ya han pasado los 50, en muchos de ellos su principal preocupación y creencia limitante es su edad. “Va a ser muy difícil encontrar un nuevo trabajo a mi edad”, “Las empresas buscan a gente más joven”, “No nos engañemos, ya soy mayor para empezar en un nuevo trabajo”…


Esos pensamientos y creencias pueden llegar a pesarles como una losa y a la hora de realizar networking o ir a una entrevista, a pesar de que estas frases no salgan de su boca, es lo que implícita y sutilmente, como una suave música de fondo, está escuchando su interlocutor y subyace durante toda la conversación.


Sinceramente creo que no tienes, no tenemos que justificarnos por nuestra edad, sea la que sea. Tu edad es la que es y punto. Forma parte de tu "Marca Personal". Lo que sí puedes hacer es poner en valor todo lo que gracias a ella (tengas 25 ó 52), ya has aprendido, experimentado y eres capaz de hacer.


Por ejemplo, si ya has cumplido los 50, 60 y lo que más te apetece es seguir trabajando, creo que lo mejor que puedes hacer es sustituir esas creencias limitantes del tipo “ya soy mayor para encontrar un nuevo trabajo o cambiar de profesión" por otras del tipo "además de muchas ganas (esto es crucial, porque si no, mal vamos), puedo aportar toda esta formación, experiencia, skills, logros, resiliencia, etc".


Se trata de cambiar el "chip" o, como dirían otros, nuestro "mindset". Y empezar a ofrecer todo lo que puedes aportar, más que ir por ahí pidiendo un trabajo, como quién pide una limosna y se siente dichoso cuando alguien se la da. Y es que seguro que has oido esto en alguna ocasión: "Fíjate, con su edad... y le han contratado. Qué suerte!"


Y en el plano empresarial, cultivar la #diversidad e #igualdad -esto de lo que tanto se habla hoy en día- se consigue creando equipos y organizaciones con personas de diferente género, creencias, aptitudes, personalidades, capacidades intelectuales, formación, cultura y, por supuesto, #edad.


Ojalá y los #reclutadores cada vez tengan más presente la diversidad de esta última, porque para mí es de las que más enriquece una empresa.


Seguimos!






36 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page